La semana pasada hablaba sobre Chavela Vargas y me refería a ella como la amante de Frida Kahlo. Este es uno de los casos en el que ambas partes tienen entidad como para ser la “amante de”. Chavela de Frida y Frida de Chavela.
Hace un rato, mientras me duchaba, he recordado que Frida Kahlo, además de pintora, fue una escritora fabulosa, con una tremenda capacidad para el género epistolar. Hay varias cartas suyas publicadas, entre ellas, las que escribió a Carlos Pellicer, poeta mexicano. Dentro de esas cartas se encuentra una con un valor histórico indiscutible para quienes las admiramos y vemos la Historia con otros matices: la que escribió el día que conoció a La Chamana. Mientras se hace el café, que ya oigo borbotear, aquí la dejo.
Carlos:
Hoy conocí a Chavela Vargas. Extraordinaria, lesbiana, es más se me antojó eróticamente. No sé si ella sintió lo que yo pero creo que es una mujer lo bastante liberal que si me lo pide no dudaría un segundo en desnudarme ante ella. Cuántas veces no se te antoja un acostón y ya. Ella repito es erótica. Acaso es un regalo que el cielo me envía.
Frida K.